Mostrando las entradas con la etiqueta Phil Zuckerman. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Phil Zuckerman. Mostrar todas las entradas

martes, 29 de noviembre de 2016

La relación entre baja religiosidad y bienestar social



Hace unos días hablamos de los países menos religiosos del mundo y cómo parecen tener en común mayores niveles de armonía social, igualdad y libertad.

La información fue tomada del libro The Nonreligious, donde Phil Zuckerman, Luke Galen y Frank Pasquale recopilan, presentan y analizan críticamente toda la investigación existente hasta la fecha sobre las personas y sociedades laicas.

Aunque en el post sobre los países menos religiosos advertí que correlación no es causalidad, nunca está de más insistir en este punto. De hecho, Zuckerman et al ofrecen varias hipótesis y explican cuál es la que está mejor respaldada por la evidencia:

viernes, 11 de noviembre de 2016

De los países menos religiosos del mundo



En enero de 2016, Phil Zuckerman, Luke Galen y Frank Pasquale publicaron The Nonreligious, un libro en el que recopilan, presentan y analizan críticamente toda la investigación existente hasta la fecha sobre las personas y sociedades laicas.

En particular, esto es lo que tienen en común las sociedades menos religiosas del mundo:

miércoles, 21 de enero de 2015

Los valores familiares ateos



Por 40 años, Vern Bengston, profesor de Gerontología y Sociología en USC, ha supervisado el Estudio Longitudinal de Generaciones el mayor estudio sobre religión y vida familiar realizado a través de varias cohortes generacionales en Estados Unidos.

En el 2013, el estudio incluyó a las familias seculares que empiezan a pronunciarse en la demografía americana y resulta que criar hijos sin rezar antes de las comidas ni llevarlos a la iglesia los domingos resulta bastante bien, como cuenta Phil Zuckerman:

domingo, 14 de diciembre de 2014

Las fronteras del laicismo



Entrevista de Sam Harris a Phil Zuckerman.

sábado, 13 de agosto de 2011

Los Ateos Somos Así

Aunque ya lo sabíamos, nunca está de más repetirlo. Los ateos somos lo máximo: