lunes, 22 de enero de 2018

'Secular Rescue', programa global de protección de ateos



Pueden donar a este programa aquí.

Traducción libre de un artículo de David Robson publicado en
The Atlantic:

martes, 16 de enero de 2018

Britt Hermes, demandada por cuestionar pseudociencia



Britt Hermes es una candidata a doctorado en Biología Evolutiva en el instituto Max Planck y divulgadora científica, quien hasta 2014 ejerció la pseudomedicina naturopática, dándole falsos diagnósticos y tratamientos a personas con verdaderas afecciones de salud — desde que se topó con la deshonestidad intelectual de su entonces jefe, Hermes escribe el blog Naturopathic Diaries, en donde denuncia a sus antiguos colegas y pone de manifiesto el carácter pseudocientífico de la naturopatía.

Como sabe cualquier persona que alguna vez haya denunciado la pseudociencia, poner de manifiesto la bancarrota moral y fáctica de los pseudotratamientos suele provocar respuestas airadas, insultos, amenazas de muerte y hasta campañas de desprestigio; los más resentidos llegan a interponer demandas — lo que, para mí, es el colmo cósmico de la ironía y la hipocresía: recurrir a un tribunal que decide mediante la ponderación de la evidencia, para proteger sus negocios basados en renegar del mundo basado en la evidencia. Y precisamente eso fue lo que hizo la naturópata Collen Huber: demandó a Hermes por opinar que los negocios y tratamientos de Huber son, cuando menos, sospechosos.

jueves, 11 de enero de 2018

Oprah: magufa e intolerante



Tras su célebre discurso en los recientes Golden Globe 2018, algunos comentaristas sugirieron a la presentadora americana Oprah Winfrey como candidata a la presidencia de EEUU para el 2020... y parece que a ella le suena la idea.

La sugerencia resulta un tanto traumática porque si algo deberíamos haber aprendido con Donald Trump es que elegir a alguien sólo por ser famoso (o por haber dicho unas palabras carismáticas y elocuentes por 10 minutos consecutivos) es una pésima idea, bastante próxima al populismo.

Y para cualquier persona que valore la ciencia, la candidatura de Winfrey también resulta problemáticamente distópica, pues la empresaria y presentadora es una magufa con ganas: durante los más de 30 años de su show, Oprah catapultó —o ayudó a catapultar— a la fama a personajes siniestros como el charlatán Mehmet Oz, la antivacunas Jenny McCarthy, el estafador Deepak Chopra, y la dichosa Rhonda Byrne —promotora de la paparrucha de autor-ayuda El Secreto, un refrito del sesgo del mundo justo aderezado con pseudociencia a cascoporro—. Vamos, que Winfrey ha ayudado activa y alegremente a que muchas personas (posiblemente de poblaciones vulnerables) dejen de lado la verdadera medicina.

Pero hay otro giro de tuerca: en 2013, Winfrey entrevistó a la nadadora atlética Diana Nyad, quien no cree en amigos imaginarios — y al no poder digerir este concepto, Winfrey le terminó diciendo a su invitada cuáles eran sus verdaderas creencias: